Roberto Llerena 25/05/2006 15:49
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Re: Multan a un buceador por expoliar restos arqueológicos
Estimado Sr.
Le agradezco su jurista opinión sobre el celo que usted debe ejercer para cuidar el patrimonio subacuático de España, es claro su apego a las leyes que sancionan a estos buzos saqueadores del tesoro perdido entre los siglos, que por demás sigue cada día siendo destruido por el paso del tiempo.
En las aguas de la República Dominicana yace sumergida una buena parte de la historia de la Colonización española de América, estas reliquias del pasado en algunos casos han sido excavadas con éxito notable y sus resultados han aportado cantidades importantes de piezas, datos y no pocas exhibiciones de museos que han sido presentadas entre algunos en Barcelona y Madrid por iniciativa de la Fundación La Caixa.
El Conde de Tolosa y Nuestra Señora de Guadalupe (naufragados por causas de un violento huracán en 1724) El Nuestra Señora de la Pura y Dulce Concepción (naufrago en El Banco de la Plata en 1641), han aportado estas extraordinarias historias que ya llevan algunos artículos importantes en revistas especializadas como National Geographic, documentales de cine y TV e incontables libros de historia naval y hasta novelas y revistas ilustradas sobre el tema.
El tema que me interesa debatir en este importante foro es el relativo a la opinión de gentes como usted por supuesto, pero también el de los buceadores que conocen los múltiples sitios de naufragios y temen dar a conocer su ubicación por temor a ser sancionados o desconocidos por el poco apoyo de las autoridades a desarrollar programas serios y no burocráticos sobre como explorar y utilizar a sus descubridores y entusiastas buceadores para documentar y exhibir al mundo estos maravillosos sitios del pasado.
Sin dudas las leyes y la historia seguirán siendo escritas por los hombres y estas igualmente seguirán teniendo errores, injusticias e imprecisiones, pero también el espíritu de aventuras y de sueños de juventud de millones de niños seguirá existiendo y aportando eternos buscadores de arcas perdidas en el fondo del mar.
Creo oportuno aclarar que al defender a este buzo español (que no conozco y del que tampoco conozco el enorme o mediano daño causado al patrimonio submarino de un país del que de hecho desciendo y admiro) pretendo en realidad defender un principio sobre el derecho moral que debe de tener un descubridor y la obligación igualmente moral que su patria debe de tener con el para ayudarle a desarrollar las acciones y proyectos de evaluación, de exploración y de acciones incluso privadas para la realización de excavaciones arqueológicas submarinas y con posibilidades de lucro controladas y dispuestas por la oficina de este patrimonio oculto y vedado a los ojos del hombre.
Gracias por su enérgica opinión, creo en sus preceptos y espero oír mas opiniones aun opuestas a la suya y a la mía, pues tal vez haya por ahí algunos datos que seria interesante conocer.
Atentamente.
Roberto Llerena
www.nautiliusproject.com