Ministerio de trabajo y asuntos sociales
Erga noticias nº 86/ 2004
Información actualizada sobre condiciones de trabajo
Iván Ciudad Valls
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales
Condiciones de trabajo en actividades subacuáticas
El buceo es una actividad humana de origen tan remoto que existen pruebas de ella que datan de 2.000 años antes de Jesucristo halladas en el Perú.
Su gran auge apareció cuando, en 1943, el oficial de la Marina de Guerra francesa Cousteau y el ingeniero de la misma nacionalidad Gagnan, combinaron la válvula de demanda de Rouquayrol-Denayrouze (1864) con la botella y la máscara de Le Prieur de 1927.
Basándose en ambas y aplicando la técnica moderna construyeron lo que era el equipo autónomo para la respiración de aire bajo el agua. Con este invento y el complemento de las aletas natatorias, inventadas en el siglo XVII por el físico y matemático italiano Borelli, el hombre pudo nadar bajo el agua en cualquier dirección.
Desde entonces hasta nuestros días la inmersión ha evolucionado espectacularmente debido a los millones de deportistas que en el mundo practican el buceo con escafandra autónoma, a los que se unen los cada vez más numerosos buceadores profesionales que realizan trabajos muy variados y complejos.
Sin lugar a dudas aquello que diferencia el trabajo que realiza el buceador de cualquier otro trabajador es el medio donde realiza su labor.
Un medio ambiente hostil completamente diferente al habitual expuesto a las fuerzas de las corrientes y de las mareas donde hay cambios importantes de temperatura, de densidad, de transmisión de luz y sonido y, por encima de todo, con grandes variaciones de presión, lo que supone una serie de modificaciones para el organismo del trabajador, debido a las características propias de un medio líquido.
La inspección de presas, conducciones de agua y alcantarillas, emisarios, mantenimiento y reparación de cables de energía eléctrica, rellenado de grietas en la construcción de cimentaciones, muelles, pilares y plataformas, son sólo algunos ejemplos de la amplia variedad de trabajos que son encomendados a estos profesionales, labores que van más allá de la imagen idílica de cualquier Diving Center de nuestro litoral.
Pero el buceador no sólo efectúa su trabajo bajo el agua o en medios tan extraños como fosas sépticas, tanques de pintura o de fuel, sino que una buena parte del mismo se realiza en la superficie, bien en tierra, bien a bordo de embarcaciones, todos ellos lugares donde pueden suceder contingencias.
Así pues, no es de extrañar que un gran porcentaje de los accidentes que sufren son comunes a cualquier otro sector aunque existe otro porcentaje motivado por causas directas del buceo.
Si en la mayor parte de las actividades laborales la organización del trabajo ocupa un lugar destacado en cuanto a riesgos y su prevención,
en el buceo debería ocupar el primer lugar debido a que su logística se basa en prever todas las contingencias posibles y disponer de los elementos necesarios para afrontarlas.
No hay que olvidar que el tiempo que un buceador puede permanecer bajo el agua depende de la profundidad y ésta de la mezcla respirable, ya sea aire, nitrox (nitrógeno +oxígeno), heliox (helio + oxígeno) o trímix (helio + oxígeno + nitrógeno).
Si a esto le añadimos la presencia de varios buceadores, el jefe de equipo tendrá que jugar con varios parámetros para organizar con seguridad la tarea y, evidentemente, un error de cálculo puede derivar en un desgraciado accidente.
Aunque los buceadores son trabajadores muy cualificados, es necesario darles también formación e información en materia de prevención de riesgos laborales, ya que sin duda éstas son las dos herramientas más poderosas para lograr una mejora de las condiciones de trabajo de todos aquellos hombres que escogen esta dura y sacrificada profesión como medio de vida.
Iván Ciudad Valls