"El roce prohibido"

[franpiscis]

Cuaderno de Bitácora Piscis Diving, 04.06.08 :

"El roce prohibido"

Hola buzos,


el mar ya se calmó. La visibilidad recuperándose por momentos. La temperatura 18 grados bajo el agua y 24 en superficie.

El domingo, al tener que suspender la salida, debido al temporal de levante de este fin de semana, me pegué la escapada a ver a mis sobrinas. Las pequeñajas tienen 3 y 5 añitos y son una delicia. A esta edad, sobretodo con la de 5 años, se pueden mantener conversaciones de lo más realistas. Después de estarles explicando las historias del tito por los mares de este maravilloso planeta, Lucia, con aquellos dos ojazos limpios y llenos de inocencia, me dijo que si no cuidábamos el planeta que se iba a morir, me dijo que ahora estaba malito y que nosotros éramos los únicos que teníamos el medicamento y ese medicamento era el amor hacia el planeta, el cuidarlo, el protegerlo, el sentirlo. Con 5 añitos y aquella mirada, cualquier argumento que me hubiera dado me habría convencido. Tito llévame a ver una corrida de toros, espera cariño que cojo la chaqueta...jejjej.

Qué ganas tengo de poderme meter con ella en el agua. A mi hermano no le gusta mucho, pero bueno, mi hermano con ver el mar por la televisión ya se empieza a encontrar mal. Ella sin embargo está con los ojos bien abiertos escuchando las maravillas que esconde debajo de ese azul espejo: los pulpos, las sepias, las gambas, las bravas, los chocos, el pescaito frito, unas olivas....
PARADA BIOLÓGICA, evita comer pescados, pásalo.....

Solo el 3 por ciento de la costa está protegido, me amartillea el cerebro una y otra vez.

Al pasar por la cabeza del camello, a unos 26 metros de profundidad, un banco de barracudas custodia la superficie. El agua está hirviendo, las barracudas rodean el cardumen, una tras otra van tomando posiciones. En superficie reina el caos. Las gaviotas y cormoranes rompen el espejo mediterráneo y engullen el banco de peces que desesperado busca la superficie como última salida. Las barracudas mantienen acorraladas a las bogas, las llubinas se apuntan. Hay restos de la matanza por todas partes.
¡Las barracudas!, ahora sí. El ataque es más intenso. Su cuerpo sale fuera del agua, el chasquido y escándalo que se respira en la superficie es el núcleo de un huracán donde alrededor reina la más absoluta calma. Uno de los buzos se introduce en el centro de este torbellino de vida. Al principio los depredadores están alerta, pero al ver la figura del buzo completamente estática continúan con el ese frenesís voraz e implacable.
Las castañuelas mientras tanto se miran de reojo unas a otras, están buscando donde poner el huevo o mejor dicho los huevos, escudriñando a unos 4 metros de la roca. Este pez, adaptado a la mediterránea, proveniente del mar rojo, busca estos días una grieta donde poner sus huevos y defenderlos a muerte frente a cualquier depredador. Llega a ser tan celoso que pulpos del tamaño de un perro son atacados por estas, siendo su táctica preferida el mordisquito en los ojos, saliendo escarmentado cualquier bicho que se acerque a su nido.

En Tailandia conocí a un pariente de ésta, es de color amarrillo fluorescente. Cuando estás a menos de 5 metros de distancia te planta cara como si fuera un doberman, parando a pocos centímetros de tu máscara y advirtiéndote, marchándose a su nido dándote la espalda, o sea pasando te ti. Aquí en el mediterráneo este pez tropical en su etapa alevín es de color azul eléctrico, parece que se le ha metido una pila por el culo, luego pierde ese color. En Sant Feliu de Guixols les dura más la batería, creo que es debido a que hay algún energúmeno que aun tira pilas al mar. Los alevines, claro, lo que pasa a esas edades, donde encuentran algo que da cosquillitas, ahí que se apuntan. Yo he llegado a ver una castañuela alevín echando chispas al frotarse contra la batería de 1,5 voltios que el ternasco de turno había lanzado desde la superficie, sabedor que antes de haber llegado al fondo, alevines de castañuelas ya se la estaban rifando. El otro día incluso me encontré una pila de aquellas que para saber si les queda carga te la pones en la lengua, si da corriente aun le queda batería, sino es que está lista, es desagradable sí, pero efectivo. La batería estaba en el fondo, completamente abiertita de patas, una patica más corta que la otra invitaba a aquellos adolescentes con escamas al roce prohibido, uno de ellos se quedó engachadico, al parecer no calculó la polaridad y el cuelgue con aquella batería lanzada por el acantilado del bigatá se descargaba en aquella castañuela. El pez del gustito que le daba aquellos regalos que desde superficie la raza humana le obsequiaba, tornaba los ojos hacia atrás, las pupilas abiertas al máximo y el cuerpo al brikingdance.

Para qué proteger nada, si mira como disfrutan los pescaditos.

Hoy nos queda un día menos, pronto estará todo protegido.

Que soñéis con los buceitos.

Buen buceo buzos,
Fran.

Piscis Diving
Av. El Fortím
(Edificio Antiguo Club Nàutico)
17220 St. Feliu de Guíxols
Tel: 972.32.69.58
Mob: 617.88.54.54
www.piscisdiving.com