"Los nichos de la muerte"

[franpiscis]

Cuaderno de Bitácora Piscis Diving, 04.06.07 :

"Los nichos de la muerte"

Hola buzos,
Vaya buceitos que nos estamos metiendo entre pecho y espalda. El agua a 19 graditos en superficie y a 16 en lo más profundo del arrecife a 34 metros. Los peces vuelan por todas partes. El agua está limpia, con una visibilidad de unos 15 metros y las jaulas o nansas siguen en su sitio, estrangulando el arrecife, dejando este año casi sin pulpos todo el Port Salví. Las jaulas están esperando a los pulpos que vienen una vez en su vida, sólo a reproducirse y morir, pero no llegan a consumar el acto al ser atrapados por este cinturón que estrangula el arrecife. Lo podéis observar desde el hotel Eden Rock, son unas boyas que llevan una bandera en lo alto y un cabo que conduce hacia los nichos de la muerte.

El arrecife de Port Salví, como ya sabéis, es del tamaño de dos campos de fútbol, pues todo alrededor está minado con jaulas que nutren de carnaza a base de espinazo de ternera en descomposición, atrayendo hacia su interior a peces, pulpos, langostas y demás oportunistas, que atraídos por el olor de la carne putrefacta, se adentran en una muerte segura. En el interior se suelen ver a estos animales, muchas veces acompañados de depredadores como congrios y morenas. Las jaulas siempre ganan.
Aunque el animal que se adentre en su interior no tenga valor comercial se mata, sea el que sea, y se le vuelve a introducir en el sarcófago de la muerte, eso es lo que les suele suceder a las crías de pintarrojas o tiburones gato. Al sentir el olor putrefacto del espinazo de ternera, el tiburón se introduce para más tarde, al cabo de una semana, el pescador le dé muerte para servir de carnaza gratuita. La cadena de muerte no termina.
Por si esto fuera poco, el izado de nansas destruye la macro vida que puebla el arrecife arrancando toda la piel de este animal, espirógrafos, manos de muerto, nudibranquios, falsos corales, etc. La cadena de muerte y destrucción que deja tras de si no justifica de ninguna manera el beneficio económico, ni gastronómico.

Mi grito es para los que comen pescado, para los cocineros de élite y los que no. El pescado no es producto de primera necesidad. El mar necesita una tregua de unos años. La cosa es así de jodida, pero es así. Si no le damos descanso morirá y con ella nuestra madre, la madre naturaleza. Las piscifactorías producen muchos desechos dejando irrecuperables las zonas donde se ubican, además se han de nutrir de peces en forma de harina, dándoles muchas veces peces que pertenecen a la misma familia, con los antecedentes que tenemos de las vacas locas.

Hoy en el mercadona, la gamba de Argentina estaba a 6,50 euros el kilo. Lo que no decía era de la destrucción que había producido semejante captura para poder dar ese precio. El precio ecológico seguro que no es justificable. El mar Mediterráneo es un charquito al lado del Atlántico y la pesca es muy intensa, demasiado.



Amigos, evitar el consumo de pescado.

¿Sabíais que Madrid es una de las lonjas que más pescado factura?, creo que es la segunda después de Tokio en Japón.

¿Sabíais que los barcos de arrastre llevan redes en las que cabrían varios Yumbos?.....



Este fin de semana llegó a mí un papel informativo que me puso de muy buen royo. Resulta que en Almería una tortuga puso 72 huevos de los cuales nacieron 43, creo recordar. ¿No es guapo?. ¿Os imagináis cuando esto quede todo arreglado?, cuando los grandes especuladores de la economía se den cuenta que la ecología además de dar dinero dará calidad de vida para los residentes del planeta tierra?, ese día podrás ir paseando por la playa a la luz de esa luna que nos mira noche tras noche.

Entonces veremos que algo se arrastra por la arena, es una tortuga, aquella que los catastrofistas decían que no se recuperaría su población. La tortuga cavaría su nido, impasible ante nuestra mirada. La tortuga sabe que ya no somos peligrosos, que no la vamos a matar para vender su caparazón. Sabe que sus huevos en el mercado asiático ya no valen cuarenta euros por unidad. Sabe que la naturaleza será la que elija la longevidad de su camada y no un montón de palangre embutidos en carne a la espera del pirsing mortal enganchado en su garganta. Sabe que las redes ya no existen. Sabe que nada al lado de niños que, ilusionados más que nunca, disfrutan de esta maravillosa naturaleza que, un día, entre todos los que en aquel momento poblábamos la tierra, conseguimos curar. A nuestra madre tierra, aquel globito azul que flota en el universo.



La Tierra al principio era "plana", lo decían aquellos señores que van de oscuro. Luego decían que era "el centro del todo", luego que era "redonda", luego que girábamos alrededor del sol y ahora nos tendríamos que dar cuenta que nos equivocamos hasta en el nombre. La Tierra se tendría que llamar, EL MAR, o MAMI, o CARIÑO, o MI AMOR, o MI TESORO, o MI PRINCESA, o TE QUIERO...



La semana pasada fue el campeonato de Cataluña de pesca submarina, me enteré cuando a penas quedaban unas horas para su clausura. Al ir a hablar al Port d'Aro, en Playa de Aro, acompañado de buzos de la zona que acudieron al grito que dimos a última hora, y nos dirigimos a alguno de los organizadores que estaban desmontando la parada con la báscula para pesar los puntos, etc, nos dijeron que las presas capturadas se dieron a beneficencia. Las capturas eran petos, congrios, morenas y un solo mero, el peso mínimo era 500 gramos y todo eso por un puñado de puntos. No entiendo a los pescadores. Sé que como ellos nadie conoce el arrecife. Sé que ellos también ven el descenso de las poblaciones. Sé que aquella piedra que tienen todos los pescadores, en la que siempre había vida ya no es así. Sé que ellos no destruyen el medio. Sé que son ecologistas, pero algunos de ellos amparándose en que la ley les permite organizar campeonatos de matar peces no les importa lo que decían los libros de los pioneros, los libros de aquellos que vieron el mar poblado de vida, aquellos que decían "debemos evitar por todos los medios que se celebren campeonatos de pesca submarina". Debemos encontrar la manera de reunirnos sin devastar ninguna zona sólo por un puñado de puntos. La pesca no es eso. La pesca es seleccionar lo que te vas a comer y el resto del tiempo disfrutar del mar, como lo hacemos los buceadores, los cuales tampoco están libres de toda culpa, viendo como algunos labran el fondo con sus aletas no fijándose donde ponen las manos, la foto se ve que es lo más importante.



A gritos me dijeron que en mi zona se había prohibido la pesca. A lo que yo les contesté que mi guerra no era para proteger mi zona, sino para proteger hasta donde me llegue la vista y en esos momentos los estaba viendo a ellos.



Pescadores submarinos, no vayáis a campeonatos, reuniros por el medio ambiente, por nuestra madre naturaleza, aquella que tan grandes momentos nos ha dado a todos. Ser portavoces de ella, no caigáis en el interés de los oscuros .



Estamos en el mismo barco. Tenemos a la misma madre. A la madre naturaleza.



Buen Buceo Buzos.



Fran





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