OTEADOR 23/02/2004 09:07
Acto heroico de dos submarinistas se cobra dos vidas.
Diario Ideal Digital
http://www.ideal.es/
GRANADA
Muere el joven que quedó en coma por salvar a un buzo y el mar no devuelve a la chica desaparecida
Los padres de la joven recorrieron ayer el paraje de La Herradura en el que las olas se tragaron a su única hija cuando auxiliaba a un submarinista en apuros
M. PEDREIRA / J. M. DE HARO/MOTRIL / LA HERRADURA
La familia espera abatida
El dramático accidente ocurrido el pasado sábado en la bahía de La Herradura se cobró ayer la primera víctima mortal, y todo indica que no será la última. Antonio Fernández, motrileño de 33 años, falleció ayer por la mañana en el hospital de Traumatología de Granada al que fue trasladado en coma desde el Hospital Santa Ana de Motril, por el fuerte golpe que recibió en la cabeza al intentar auxiliar a un buzo a la deriva en una cala cercana a la Punta de la Mona.
Minutos antes, pero en el mismo suceso, una joven había caído al mar cuando trataba de socorrer al mismo buceador. Esta chica, de 20 años y de nombre María, sigue sin ser localizada y las esperanzas de hallarla con vida se han desvanecido por completo. Agentes de la Guardia Civil por tierra, mar y aire, Protección Civil de Almuñécar, Salvamento Marítimo por tierra y aire y una veintena de buzos pertenecientes a varios clubes de buceo así como un grupo de buceadores de Cruz Roja de Jaén rastrearon ayer la bahía de La Herradura y especialmente la zona de Las Terrazas y el peñón El Hombre, junto Punta de la Mona, donde desapareció la joven.
No hubo suerte. El mar ayer presentaba un aspecto más tranquilo que en la negra jornada del sábado y el temporal fue amainando a medida que avanzaba el día. Esto favoreció e intensificó la actividad de búsqueda y rastreo. Agentes y voluntarios por tierra, mar y aire, buceando, navegando, volando o simplemente prismáticos en mano o a simple vista mirando la superficie del mar y las rocas no cejaron en su empeño durante todo el día y de forma especial hasta el mediodía.
Un jarro de agua fría
Algunos de los agentes de la Guardia Civil estuvieron de servicio en la zona casi veinticuatro horas, con un descanso tan sólo de un turno para dormir unas horas. Según informaron fuentes de la Guardia Civil, varias patrullas permanentes del cuerpo armado recorrieron periódicamente las calas de La Herradura, por si restos de indumentaria o el propio cuerpo de la chica desaparecida fueran arrastrados por la corriente hasta la orilla. Por su parte, los miembros de Protección Civil.
Precisamente la noticia de la muerte de Antonio Fernández en Granada, tras varias horas de coma, cayó como un jarro de agua fría. Muchos sabían de la gravedad del estado del accidentado, pero albergaban una pequeña esperanza de que se salvara.